Vengo de iniciar "una bella amistad"... esos días en los que los completos extraños te demuestran toda su bondad y generosidad. Eran cuatro estudiantes que se prestaron para unas de las entrevistas de mi tesis, pero no sólo eso, sino que se ofrecieron para ayudarme a encontrar más gente, lo mejor es que los conocí gracias a la generosidad de otra amiga que conocí igual, casi de tropiezo y ahora es parte fundamental en mi vida por estos lares.
Y el fin de semana también nos pasó lo mismo, salimos y de repente ya habíamos como unas 20 personas en toda la algarabía posible, casi no habíamos cruzado palabra, pero esto es así,terminamos abrazados y cantando. Esa noche la terminamos hablando con unos bolivianos, Nikola les quería invitar a la casa a dormir, pero estaban buscando un hostal que tenían ya alquilado. Los conocimos en la calle, estaban sentados en una banquita y me ayudaron a encontrar un anillo que se me cayó en plena acera. Hablamos unas horas parados ahí los cuatro, a las 4 de la mañana, en fin..
Detallitos así me han hecho conocer a personas maravillosas, mis mejores amigos son obra y gracia de esas causalidades casuales... de esa vocecita que te dice al oído: sigue existiendo la bondad de los extraños.
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